Seguramente, tras la finalización de la fiesta de disfraces de junio de este año, que bajo la etiqueta de Carnaval de Maspalomas ha sacado a las calles carrozas, disfraces, día del turista y como no el entierro de la sardina; se hará -presumiblemente- una comisión de evaluación de esta apuesta de junio. Pues en palabras de la alcaldesa a la Cadena Ser manifestaba que "..esta fiesta venía para quedarse en los próximos años". ¿Se lo imaginan?
La excusa del control pandémico de la "covid 19" como necesidad de salir a la calle a festejar no se sabe bien qué exactamente; se ha usado por parte de esta administración pública para darse un baño de multitudes. Éstas han optado por el camino más fácil, la etiqueta carnaval. Ahora es de esperar que no nos muevan "Los Finaos" ni las fiestas aledañas como "Halloween" con la misma excusa ni el "nacimiento del niño Jesús" bueno. la Navidad.
¿Se imaginan tener dos eventos como esta -Fiesta de Carnaval- en menos de cuatro meses con sus atascos, sus accesos imposibles, la paralización de calle, el movimiento de recursos públicos en personal medios y un sinfín de situaciones a considerar? Algunos tienen montado su actividad en base a ello.
Recuerden que venimos de cerrar la Fiesta del Orgullo en el mes de mayo que, siendo este un evento de importancia internacional han sabido construirlo y consolidarlo como referente para este periodo. Este evento no surgió de la noche a la mañana. Se ha desarrollado bajo su propia marca y sumando el atractivo de Maspalomas Costa Canaria como núcleo de unión. A través de este evento y asociado al territorio se mueven recursos y se proyecta un difusión directa que redunda en captar y consolidar nuestro destino. ¿Lo harían dos carnavales en menos de tres meses?
La consolidación de un evento de atracción internacional requiere de un trabajo organizado y con un sentido de coherencia que nutra y de transcendencia a nivel internacional a nuestro municipio bajo su marca Maspalomas Costa Canaria. Pues es desde esta administración donde se mueven los recursos públicos, y los espacios necesarios para el buen desenlace del mismo.
Si queremos, crear algún evento de carácter internacional, debemos pensar en consolidar algo nuevo que dé relevancia a resaltar el mismo bajo alguna etiqueta que nos diferencie los periodos de cada temporada. No vale con usar la etiqueta Carnaval de Maspalomas, como el camino más fácil, pues esto pone en deterioro la misma imagen del propio Carnaval de Maspalomas en su consolidación a nivel internacional para su periodo invernal.
En ese sentido, las administraciones públicas deben velar por proteger nuestros eventos internacionales y; no dejarlo caer en el abandono del deterioro puro y duro del negocio de algunos; y las popularidades de otros. Las entidades publicas deben salvaguardar nuestro destino haciendo hincapié en la coherencia del modelo de sostenibilidad hacía el queremos ir como sociedad y como atractivo cultural, siendo el Carnaval engranaje fundamental del atractivo pero no el único, al que movilizar, para tal fin. Pongan la maquinaria a trabajar y busquen alternativas para este periodo si queremos hacer de junio un punto de encuentro internacional. Nos jugamos más que ponerse el disfraz.