Reconozco que hace tiempo caminaba más. Si; durante unos casi seis meses, me dio por hacer largos paseos de alrededor de unos sesenta a noventa minutos diarios. Digamos, poniéndole nombre, que asumí una cuestión que tenía pendiente. La tan famosa bajada de peso o mejor dicho un trabajo de salud y vida sana. ¡Uff me costó arrancar!
Ahora, estoy en ese nuevo momento de ponerme a la actividad física. Ya saben los cambios no vienen solos. Exigen de nosotros una participación activa no únicamente de intenciones de buena voluntad. Una veces con más aciertos y otras con menos. Pero hay que mantener el horizonte delante. Fue precisamente a partir de ese nuevo horizonte el que me encaminó a iniciar antiguos recorridos a los que ir trazándoles la ruta de paseo.¡No me refiero a los de montaña!
De momento, me he centrado en retomar los antiguos recorridos que hace ya casi un año atrás me dieron buenos resultados por su cercanía, seguridad, familiaridad, belleza y reto personal. Dentro de esos recorridos aquellos que más realizaba eran los siguientes: Ruta 1: El Tablero- Meloneras; Ruta 2: El Tablero-Faro; Ruta 3: El Tablero-Faro-Meloneras. Ruta 4: El Tablero-San Fernando...,etc. Si, todas son de ida y vuelta. ¡Pero no el mismo día!. Si, tengo más rutas creadas.
De esas rutas la que más me gustaba porque suponía un reto mayor era la Ruta 3: El Tablero-Faro-Meloneras. Andar cerca de El Palmeral bordeando La Charca y pasando por El Faro en dirección a Meloneras por su avenida recorriendo el bulevar. Una avenida que según las estaciones del año tiene más movimiento de turistas y vecinos/as que se adentran en el paseo a ver el atardecer, la caída de la noche, el brillo de las estrellas o pasear entre la callejuelas que llevan a las zonas comerciales ubicadas frente al mismo litoral; que es espacio de aves migratorias que habitan y nutren nuestro ecosistema natural.
Muchas veces olvidamos la importancia del paraje natural que tenemos a nuestros pies. Un espacio que gozaba de una claridad de noche que permitía disfrutar de las estrellas. Un espacio que no tenía tan barbaridad de contaminación lumínica como he visto estos días con la re-apertura de nueva superficie comercial en el paseo del bulevar Faro -Meloneras de la mano de la sonriente marca del elefante.
Esa Ruta 3 se ha convertido en un escándalo luminoso de amplia sonrisa que se vislumbra desde la lejanía alterando la belleza del litoral y generando tal contaminación luminosa que incluso ha apagado el yacimiento arqueológico de Punta Mujeres.
Si, ciertamente, me inquieta saber qué ocurriría si todos los negocios de alrededor decidieran emprender una reforma de tal calibre en sus establecimientos generando la misma contaminación lumínica en el paseo de Meloneras. ¿Se aceptaría esos proyectos de reforma? ¿Se podría actuar para prevenir dicha situación hipotética? ¿Se han hecho estudios del impacto ambiental en el lugar? ¿Existe alguna normativa que regule esa libre actuación?
Por cierto, ¿qué piensan los turistas, los vecinos y vecinas de ese impacto luminoso? ¿Es éste el reclamo publicitario más idóneo para estar a la vanguardia en las zonas comerciales del bulevar Faro-Meloneras? ¿Qué imagen ofrece esta zona turística de Meloneras? ¿Existen expertos en la materia que den claridad a este modelo de iluminaria?
Ahora, estoy en ese nuevo momento de ponerme a la actividad física. Ya saben los cambios no vienen solos. Exigen de nosotros una participación activa no únicamente de intenciones de buena voluntad. Una veces con más aciertos y otras con menos. Pero hay que mantener el horizonte delante. Fue precisamente a partir de ese nuevo horizonte el que me encaminó a iniciar antiguos recorridos a los que ir trazándoles la ruta de paseo.¡No me refiero a los de montaña!
De momento, me he centrado en retomar los antiguos recorridos que hace ya casi un año atrás me dieron buenos resultados por su cercanía, seguridad, familiaridad, belleza y reto personal. Dentro de esos recorridos aquellos que más realizaba eran los siguientes: Ruta 1: El Tablero- Meloneras; Ruta 2: El Tablero-Faro; Ruta 3: El Tablero-Faro-Meloneras. Ruta 4: El Tablero-San Fernando...,etc. Si, todas son de ida y vuelta. ¡Pero no el mismo día!. Si, tengo más rutas creadas.
Muchas veces olvidamos la importancia del paraje natural que tenemos a nuestros pies. Un espacio que gozaba de una claridad de noche que permitía disfrutar de las estrellas. Un espacio que no tenía tan barbaridad de contaminación lumínica como he visto estos días con la re-apertura de nueva superficie comercial en el paseo del bulevar Faro -Meloneras de la mano de la sonriente marca del elefante.
Esa Ruta 3 se ha convertido en un escándalo luminoso de amplia sonrisa que se vislumbra desde la lejanía alterando la belleza del litoral y generando tal contaminación luminosa que incluso ha apagado el yacimiento arqueológico de Punta Mujeres.
Si, ciertamente, me inquieta saber qué ocurriría si todos los negocios de alrededor decidieran emprender una reforma de tal calibre en sus establecimientos generando la misma contaminación lumínica en el paseo de Meloneras. ¿Se aceptaría esos proyectos de reforma? ¿Se podría actuar para prevenir dicha situación hipotética? ¿Se han hecho estudios del impacto ambiental en el lugar? ¿Existe alguna normativa que regule esa libre actuación?
Por cierto, ¿qué piensan los turistas, los vecinos y vecinas de ese impacto luminoso? ¿Es éste el reclamo publicitario más idóneo para estar a la vanguardia en las zonas comerciales del bulevar Faro-Meloneras? ¿Qué imagen ofrece esta zona turística de Meloneras? ¿Existen expertos en la materia que den claridad a este modelo de iluminaria?