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Las elecciones
nos han traído una situación algo compleja. Ésta es la evidencia tras el
20D/2015. El panorama político, a nivel nacional, se presenta confuso y difuso.
La gobernabilidad dependerá de la flexibilidad del diálogo para encajar las
diferentes piezas del puzle.
Tras
la euforia en la campaña electoral 2015, el impacto del uso de la redes y las
grandes creaciones mediáticas llenas de emotividad, marketing y tú más.Los resultados dan como realidad una
distribución del voto reflejando la incertidumbre de un nuevo tiempo o de la
abstención más los demás.
Me
explico. Visto, los resultados, y siguiendo los porcentajes de votos de los
partidos y de las abstenciones; vuelve a destacar ese número de indecisos/as
que se acogen a la abstención con casi 27% de la población.
Los
datos son claros. Si tenemos en cuenta que de 36.510.952 ciudadanos con derecho
a voto han ido a votar 25.349.824 distribuyendo su voto, según porcentajes en 28,72%,
22,01%; 20,66%, 13,93%, y 10,71%. La abstención es la fuerza que ha
hecho posible el realismo de la "ingobernabilidad" de las mayorías y las
complejidad de los pactos.
Este
casi 27% de personas con derecho a voto (11.161.128 personas) que no lo han
hecho, son los grandes ausentes en los medios de comunicación. Son los grandes
ausentes del sistema electoral. Pero son los que han hecho que las bajadas y
subidas de votos nos hayan llevado a esta compleja realidad post 20D/2015. ¿ Es éste el efecto del
sistema electoral?