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Las elecciones
nos han traído una situación algo compleja. Ésta es la evidencia tras el
20D/2015. El panorama político, a nivel nacional, se presenta confuso y difuso.
La gobernabilidad dependerá de la flexibilidad del diálogo para encajar las
diferentes piezas del puzle.
Tras
la euforia en la campaña electoral 2015, el impacto del uso de la redes y las
grandes creaciones mediáticas llenas de emotividad, marketing y tú más.Los resultados dan como realidad una
distribución del voto reflejando la incertidumbre de un nuevo tiempo o de la
abstención más los demás.

Los
datos son claros. Si tenemos en cuenta que de 36.510.952 ciudadanos con derecho
a voto han ido a votar 25.349.824 distribuyendo su voto, según porcentajes en 28,72%,
22,01%; 20,66%, 13,93%, y 10,71%. La abstención es la fuerza que ha
hecho posible el realismo de la "ingobernabilidad" de las mayorías y las
complejidad de los pactos.
