Aldea Blanca junto a los enclaves de sus alrededores es quien limita el municipio de San Bartolomé de Tirajana con el vecino Santa Lucía. Esa situación geográfica no es novedosa; viene de los diferentes litigios históricos. Lo cierto, es que los aldeanos han sabido conjugar sus señas de identidad en un entorno agrícola, ganadero, aparcero, de servicios y cuna de tradiciones.
En estos últimos tiempos, la transformación de Aldea Blanca ha sido increíble. Han ido consolidando su núcleo poblacional; creando nuevas infraestructuras con las que dotar la zona de mejoras para sus vecinos y vecinas.
Fiel reflejo es la consolidación de la iluminación de acceso a Aldea Blanca. Un hecho que ha venido siendo una reivindicación por los aldeanos y aldeanas. Así, el día de la inauguración de la iluminaria, muchos salieron a festejarlo.
Por otro lado, no menos importante, fue la creación del parque infantil. Siendo esta una acción que permitió rehabilitar y embellecer la zona y la recuperación de espacios de ocio.
A esto hay que añadir la reconstrucción y nuevo acondicionamiento de la piscina de Aldea Blanca. Una infraestructura que sus vecinos esperan, con ansias, ver sus puertas abiertas. Sin embargo, los plazos no se cumplen pues lleva una demora en su final de obra.
Este es uno de los servicios que de momento, pese a los avances hechos, no termina de ver la luz. Ahora, es el momento
que los aldeanos y aldeanas, siendo conscientes de las mejoras que su pueblo va adquiriendo; continúen en la línea de exigir que sus infraestructuras estén a disposición de todos. La cuestión que se plantea es ¿se abrirá antes de final de año?