Recordarte es hacer presente todo
un mundo de cercanías y de vivencias desde lo cotidiano de las calles de ese
nuestro patronato en San Fernando de Maspalomas como el camino de ida y vuelta
hasta el poblado. También es traer a la vivencia momentos del camino -antier de
tierra- que iba desde el patronato al Poblado viejo pasando por la guardería
Los Dados.
Los lazos históricos de esa unión
de calles y barrios son el reflejo de una crianza en el sur de Maspalomas para una
generación de jóvenes que creció al amparo de los años 70 a 80. Ese sur tuvo muchas carencias de recursos pese a la visión del ocio turístico de lugar
costero.
Fue en este tiempo donde se fraguó
parte de la identidad de los hijos e hijas de aquellas generaciones que les
tocó vivir el crecimiento expansivo del sur. Fuimos el fruto de la Gran Canaria
interior y costera que llegó a Maspalomas en busca de nuevas oportunidades,
fuimos lugar de asentamiento de familias de otros rincones nacionales e
internacionales que sumaron a favor de esas nuevas oportunidades, fuimos el
fruto de los espacios abiertos, de las imágenes de tomateros, de las onduladas
dunas, de los caminos al solajero – no usábamos crema solar-, fuimos fruto de la fiestas en honor a San Fernando,
de las procesiones, de la semana santa, de los carnavales de calle, de los
lutos eternos, de las hogueras por San Juan al borde de la presa, de los cortes de luz...
Se enlazó un periodo donde las actividades extraescolares eran una novedad en ese Maspalomas I que tanto supuso de encuentro de familias de uno y otro lugar construyendo la cercanía de aquí y de allí. A esto hay que añadir aquel viejo ambulatorio, ubicado entre el poblado y el colegio Maspalomas I; que pasado los años se convertiría en núcleo de la chiquillería del lugar. Ese espacio abrió caminos de encuentro con la llegada de las clases de folklore, las clases de solfeo e incluso mantuvo ubicada las instalaciones de lo que hoy llamamos Centro de Adultos. Recordemos que no existía el Centro Cultural de Maspalomas.
Fue la época en la que personas como Juan Carlos, Bernardo, Pepe Cazorla, Dorita, Los Familiares, Anastasio, Manolito el artesano y muchos otros ya habían ido sembrando la semilla del parrandeo y la musicalidad en este nuestro sur desde la montaña a la costa. Muchos de ellos fueron poniendo su musicalidad y saber hacer en las terrazas y hoteles haciendo de ese arte musical una forma más de ganarse la vida.
>> Continuará...