De una forma u otra, las posiciones político ideológicas han resaltado las posturas que cada una de las personas tienen en relación al papel de los partidos políticos en este periodo de Estado de alarma, post-confinamiento y COVID 19. Dentro de ese debate se entremezclan las interpretaciones de las corrientes políticas con el viejo debate de las dos "Españas".
A mi juicio no es nada que no venga ya de anteriores etapas siendo; el periodo de la "Transición", el salto que daría una nueva mirada al futuro de la España territorial y para la cual el transcurrir de los periodos democráticos de los años ha abierto el espacio a la autonomías de las comunidades autónomas. En concreto, vertebrando la descentralización del Estado y liberando más o menos competencias a las comunidades autónomas.
A todo esto, se mantenían silenciadas las confrontaciones y todo se centraba en las reivindicaciones catalanas y/o vascas. Surge la necesidad de poner sobre la mesa la construcción de la nueva España. Una España para la que se barajan diversos escenarios desde el federativo a la consolidación de mayores competencias pero siempre dentro del marco constitucional y en comunión con la Unión Europea.
Estos hechos, viven con la contradicción de los símbolos de identidad como la bandera nacional y constitucional con otras banderas, marcadas por su carácter histórico, como la republicana o la falangista. A esto, debemos sumar las reivindicaciones de los símbolos de las Comunidades Autónomas. Defensores de una y otras banderas son conscientes del salto histórico que supuso asumir una bandeara nacional constitucional para un nuevo periodo democrático como símbolo de identidad para el territorio español.
Precisamente, es aquí donde quiero resaltar que, si los símbolos fueron el punto de confluencia sobre el que todos los españoles y españolas, de las distintas corrientes políticas ,acordaron el marco del constitucionalismo; también es cierto, que el debate sigue abierto y es necesario generar un nuevo símbolo que aglutine las realidades de las símbolos autonómicos para que, dentro de la bandera nacional, tengan la relevancia simbólica visual que ponga sobre la mesa la presencia de las comunidades autónomas como idea territorial conjunta de la España que avanza hacia un futuro de nuevas realidades.
En definitiva, se requiere de una revisión de los símbolos que definan la nueva realidad que enmarca al territorio nacional y para el que, en su momento, la bandera será punto de cambio para construir la nueva sociedad española dentro del ya consolidado territorio europeo. ¿Se te ocurre algún modelo de bandera?