Esto de la redes sociales viene siendo un fenómeno de masas que como tal hacen girar la rueda de los intereses de cada uno, a priori, legítimos sean éticos o no. Sin duda, todo lo que se mueve en las redes sociales tiene un eco que va dimensionado con las expectativas de cada persona que, desde su propia interpretación de los hechos, centraliza su mirada.Esa mirada, sin duda se centra en destacar aquellos aspectos a los que cada uno puede dar rédito de su protagonismos aunque, en un primer momento, se vislumbra como punto de unión de interés compartidos. Son muchos los ejemplos que nos vienen a la cabeza.
Estos
grupos, desde el momento de su creación se promocionan con el eco de intereses compartidos. Incluso, en su amplia dimensión, son difusores de reivindicación y de quejas varias. De la misma manera, existen grupos que resaltan nuevas miradas. En ellos, los grupos, todos y todas pueden
participar y aparentemente mantienen la bandera del interés común. Podemos
decir que a modo de impacto son como los voladores un "pim, pam, pum, fuera" pues la publicación del día se va difuminando con
la llegada de nuevas entradas para compartir.
No niego, el papel que juegan las redes sociales como difusores de información o desinformación sean bulos o no. Ahora también, reconozco que muchas veces se crean grupos que mantienen sus propios eslóganes publicitarios para generar o desenfocar miradas sobre espacios, lugares y personas. Algunos incluso celebran encuentros bajo determinadas etiquetas a modo de pedir un espacio real de participación que tienen antes del grupo. ¿Se ha quitado el derecho al asociacionismo? ¿Existen partidos políticos? ¿Se pueden crear plataformas ciudadanas? ¿....?
No niego, el papel que juegan las redes sociales como difusores de información o desinformación sean bulos o no. Ahora también, reconozco que muchas veces se crean grupos que mantienen sus propios eslóganes publicitarios para generar o desenfocar miradas sobre espacios, lugares y personas. Algunos incluso celebran encuentros bajo determinadas etiquetas a modo de pedir un espacio real de participación que tienen antes del grupo. ¿Se ha quitado el derecho al asociacionismo? ¿Existen partidos políticos? ¿Se pueden crear plataformas ciudadanas? ¿....?
Ahora bien, cuando los grupos virtuales, quieren ocupar el espacio de la ciudadanía ocurre que aparecen ciertos paladines de la verdad que vienen encubiertos intencionadamente de ser vistos más allá del grupo. Quieren hacerse presentes como elementos de verdad convirtiéndose en ejes y directores de las publicaciones que rigen la suma de todos y todas bajo la etiqueta del bien común. ¿ Por qué no se convierten en plataforma ciudadana o en partido político? ¿Por qué no hacen sus propuestas a título individual abriendo el espacio del debate de las propuestas? ¿Por qué no exponen el coste de sus medidas o proponen de donde financiar sus medidas de mejora?
Ahora bien, no logro encontrar grupos que hagan propuestas y las fundamenten, no desde el eslogan rápido sino desde el coste estimativo de sus propuestas o la vías de financiación sobre los programas que quieren llevar a cabo. ¿Quizás están esperando por otra cosa?