No hace mucho, en una charla con amigos, se comentaba la situación de El Tablero entendido como pueblo emblemático de Maspalomas. Como, en poco más de 10 años, ha experimentado un considerable aumento de su población. Actualmente ronda sobre 7000 habitantes. ¿Seguirá aumentando?
Algunos comentaban, en la conversación, la constante retahíla de pueblo dormitorio desde Sonneland "El Quinto", El Salobre, Montaña La Data alta y baja, Lomo Perera, Lomo Gordo., etc. Ese vaivén de amplias argumentaciones siempre se justificaba por la impronta de las características de la actividad económica que define al sector servicios en especial, a toda la hostelería.
Otros, destacaban los orígenes del pueblo como espacio agrícola y de pastoreo. Incluso, de su versatilidad de adaptación en la aparecería y como desde ese momento, se incorporó mucha población venida de diferentes puntos del interior de la isla, como desde otras islas, especialmente, Fuerteventura, Lanzarote y desde la isla Chinija, La Graciosa. Fiel reflejo es la conocida Fiesta de La Zafra.
De ese encuentro de personas con sus características y realidades agrícolas, ganaderas y comerciales se fue acentuando una población nueva, emergiendo desde la propia tierra. Levantando, bloque a bloque, el destino y ubicación del lugar. Y ha sido precisamente, en este nueva etapa; cuando vuelven a generarse ese nuevo encuentro de personas con sus características cosmopolitas llegados de la Europa central, de las tierras americanas, de Asia y la vecina costa africana junto a los hijos e hijas de aquellos que dieron la primera identidad a El Tablero como pueblo. ¿Por cierto, habría un gentilicios para los nacidos en El Tablero?
Sin duda, la conversación fue dando sus pasos en unir nuevas realidades y dando identidad a los nuevos canarios y canarias. Esos que surgen del nuevo intercambio de realidades; en la suma por mejorar las condiciones de vida, de este nuestro lugar de vivencias. Así, sin pensarlo, aparecieron nuevos interrogantes: ¿A qué retos se enfrenta El Tablero como pueblo para los próximos años? ¿Cuáles serían las nuevas líneas de consolidación de El Tablero como pueblo de futuro?
Las cuestiones planteadas, abren la necesidad de adaptar la peatonalización de El Tablero. Se ha modernizado la plaza principal. Ahora toca, hacer que esa zona sea de fácil tránsito para las personas. Ampliar ese escenario peatonalizado por la avenida de las Américas y otras. Eso implica redireccionar la circulación de los vehículos. Convertir la zona interior de El Tablero en espacio vivo, que facilite el paseo, el tránsito y mejorar su ajardinamiento de zonas verdes en interior de El Tablero.
Por otro lado, potenciar el polígono industrial, favoreciendo una actividad económica cercana y directa con las empresas. En ese mismo lugar, redireccionar las calles en sentido único que sean de fácil seguimiento y localización de dichas empresas.
Generar una asociación de empresas y comercios de la zona del polígono y pequeños comercios que fomenten las mejoras para esa zona y la generación de eventos empresariales en la zona. A ésto, sumarle una bolsa de empleo local y formación específica que esté activa conforme a las necesidades de la empresas del polígono. Por otro lado, crear una ruta de esparcimiento o paseo embellecida, que recorra el perímetro exterior de El Tablero dando comienzo desde la avenida del barranco donde existan aparatos de gimnasia como en otros pueblos del municipio. Adaptar espacios abiertos como la entrada principal del pabellón con canchas al aire libre.
Básicamente, se evidencia que El Tablero está vivo. Esto significa que sus vecinos y vecinas están inmersos en la mejora de las condiciones de vida para el pueblo. En definitiva, construir mejoras generando participación y vinculando a los nuevos canarios con las realidades que les envuelve y da señas de identidad y pertenencia al lugar. ¡El Tablero, un lugar para vivir!
Sin duda, la conversación fue tomando su camino. Se quedan temas en el tintero y no en el olvido.¿Veremos en los próximos años El Tablero con otra mirada?