Nada de este entramado turístico
tendría sentido sin la verdadera razón y soporte que ha sido, es y será el turismo de sol y playa
sobre el que se consolidó el destino de Maspalomas Costa Canaria. En ese tiempo, el perfil del turista y visitante venía atraído por viajes aventureros, de
mercancías y de salud. Básicamente, se ofrecía el atractivo del virgen
territorio de las costas sureñas y los primeros puntos saludables, a través de
balnearios, como el desaparecido en la inmediaciones de la Playa de Maspalomas
pues, sol y playa eran fuente
de salud con garantía de su
presencia todo el año.
La explosión del boom turístico
junto a las medidas de apoyo económico y desgravaciones fiscales que tenían los
alemanes que invirtieran, parte de su capital, en los destinos turísticos emergentes, fue uno de los avances de ese crecimiento
vertiginoso que se desató en la costa de Playa del Inglés y alrededores. La colonia sueca, anteriormente, se había
instalado en San Agustín generando todo un marco de convivencia entorno a ese
enclave. Igualmente, la colonia inglesa, previamente, centró su peso en la zona de Santa
Brígida, Las Palmas, Arucas,...
Esta situación tuvo su impacto en
la población local. El continuo aumento de turistas trajo, innegablemente, la
necesidad de construir hoteles, apartamentos y otras dependencias que
facilitaran el hospedaje y breves estancias junto a las infraestructuras para la comunicaciones, como los emplazamientos
en los que ubicar a la población local. Así, bajo el modelo del proyecto Maspalomas Costa Canaria, la población
local, por motivos culturales, religiosos y económicos, habría líneas de trabajo para los hombres y
otras para las mujeres. Para ellas, su incorporación a la esfera laboral
venía por autorizaciones paternales o de sus maridos.Para ellos, la traslación de las jornadas laborales en la agricultura al sector servicio.
Esta situación hizo
necesaria una transformación de los modelos del mundo rural al sector
servicios. Estos hombres y mujeres
fueron los abanderados de un cambio social, del que sin ser consciente,
enfrentaban un reto al modelo tradicional del sector agrícola frente al sector
servicios. A esta situación se incorporó la nueva mano de
obra que, atraída por el boom del empleo en la construcción y servicios, acudió
desde diversos puntos de la península. Hombre y mujeres en complicidad con el
desarrollo turístico desatado previamente en la costa mediterránea.

Como consecuencia de esta marco de convivencia y trabajo se fue gestando la consolidación de nuestro sector turístico. Así, la necesidad de llenar las camas turísticas bajo el paraguas de sol y playa; fue ampliando el denominado turismo de masas que negocia precios con los tour operadores; haciendo tambalear o consolidar ocupaciones, conforme a los vientos bélicos en otro enclaves o por la estacionalidad de precios a conveniencia. Gran Canaria, logró estabilizarse como destino turístico para todo el año, bajo la frágil línea de la eterna primavera, de Maspalomas Costa Canaria.
La constante fragilidad del sector ha hecho necesaria las especialización del lugar, además de mejorar la oferta complementaria que el potencial turista pueda encontrar para sus pequeñas de escalas vacacionales. En ese empeño son muchos los campos abiertos como por ejemplo: turismo de fotografía, turismo de pesca, turismo deportivo, turismo de carnaval o eventos, turismo rural, turismo gastronómico, turismo de congresos o cultural, astroturismo y por supuesto, el turismo de sol y playa. ¿Se encubre en las propuestas la fórmula sun, sea, sand & sex ? ¿Hay que especializarse en la fórmula del sol, playa, arena y sexo?