Algunos dirán qué principios. Precisamente, es en ese entramado donde podemos entender la "de-construcción" de Europa.
Europa
Estamos de luto y seguiremos de luto, pero no con los brazos caídos. El luto que nos embriaga afecta a Europa y sus relaciones con el resto del mundo.
Europa el continente que quiere ser referente en las relaciones internacionales para la paz, seguridad, desarrollo económico y esperanza de un mundo mejor es posible; no está siendo coherente con sus principios de fundación.
No lo está porque mientras esgrima la doble, triple, o no sabe bien cuantas, morales discursivas pueda asumir; se vienen abajo sus principios fundamentales. Algunos dirán qué principios. Precisamente, es en ese entramado donde podemos entender la "de-construcción" de Europa:
- La crisis económica que arrasa sobre el tejido de la sociedad post industrial.
- La situación de la flexibilidad laboral, pese a los camuflados datos, está generando una división estructural de zonas pobres y ricas.
- La constante afluencia de flujos migratorios a los que se le cierran puertas y encima tampoco se les ofrece alternativas.
- Los conflictos bélicos donde las potencias internacionales del siglo XIX siguen teniendo secuestrada la capacidad de decisión de la Europa del siglo XXI.
- El extenso distanciamiento que generan los territorios cuando se encorchetan en una nacionalismo despersonalizado frente a la unidad de Europa.
Estos son algunos de los motivos de la "de-construcción" de Europa. No serán los únicos. Sin embargo, son los que dañan a la libertad.
Reconozco que soy defensor de la UE como instrumento político y económico. Son muchos los motivos sobre los que pienso que poco se ha dado en desarrollar la idea de la Unión Europea. Los europeos hemos perdido un tiempo maravilloso en el que consolidar la base de Europa. Mientras el dinero fluía parecía que todo iba bien. Sin embargo, tras la crisis, todo el mundo quiere cerrar fronteras y abandonar el barco a su manera.
Europa no es un sueño, es una realidad.
Esa realidad no se ha extendido al resto de los países vecinos con los que abanderar su desarrollo económico y mejorar las condiciones de vida y libertad. Las grandes infraestructuras desarrolladas a lo largo de los países europeos, las políticas de formación para cualificar y recualificar a los europeos e igualar las competencias profesionales, etc. Son solo algunas de las medidas que favorecen la idea de una UE conjunta.
Esa realidad no se ha extendido al resto de los países vecinos con los que abanderar su desarrollo económico y mejorar las condiciones de vida y libertad. Las grandes infraestructuras desarrolladas a lo largo de los países europeos, las políticas de formación para cualificar y recualificar a los europeos e igualar las competencias profesionales, etc. Son solo algunas de las medidas que favorecen la idea de una UE conjunta.
Canarias
Nuestro territorio, se ha visto beneficiado de esas políticas de inversión y desarrollo que desde la UE, a través de su Fondo Social, han aplicado en Canarias. Hoy dispones de hospitales, carreteras, centros educativos, centros tecnológicos, planes de formación, centros de investigación y población que ha podido formarse desde que España entró a ser parte de la Unión Europea.
No digo que todo haya sido fácil. Cuando somos parte de un grupo o club; uno sabe que habrán momentos en los que hay acuerdos y otras desacuerdos. Pero también sabes que las garantías son mayores cuando la visión de todos suma a favor de la idea que se construye. Canarias también construye la Unión Europea.
Canarias está en ese famoso triángulo que sirve de nexo a Europa, África y América. A medida que más avanzan los medios de transporte y la era de la comunicación digital, las fronteras marinas de nuestro territorio de suman a la construcción de Europa.
Nuestros profesionales comunican, llevan y promueven las Islas Canarias. Nuestros jóvenes estudiantes y/o trabajadores se mueven por el mundo de una Europa más cercana. Sus fronteras se han difuminado porque ellos y ellas son los abanderados de una Europa multicolor y cosmopolita. fiel reflejo de nuestra realidad transcontinental y Canaria.
Negar esta realidad es cerrar puertas a la libertad. Volver a un tiempo que llenó de oscuridad y desventaja nuestra insularidad. Desde siempre, Canarias buscó expandirse incluso, así queda reflejado en el propio REF con las Zonas francas, hoy más orientadas a la Zona Económica de Canarias.
En este tiempo nuestros jóvenes disponen de ofertas formativas,
culturales y laborales en una Europa que antes nos miraba desde la lejanía. Ahora,
nuestros jóvenes y empresas buscan estar en Europa y mantener el nexo y puente
comunicativo con las Islas Canarias en la construcción de la identidad en la Unión Europa.