La decisión de efecto que tuvo la aprobación inicial del PGOs de San Bartolomé de Tirajana por parte de la corporación local en la pasada legislatura abría el camino a una nueva etapa en la que consolidar la ordenación del territorio en este municipio abandonado desde el plan de 1996.
Estamos hablando de casi 20 años. Lo cierto es que desde esa época y, anteriormente, desde el año 1963; el suelo turístico ha estado claramente definido. Lo sabían tanto los que invirtieron en atención a la explotación turística como aquellos que han ido consolidando su primera o segunda residencia en San Bartolomé de Tirajana de forma legal o "alegal".
Estamos hablando de casi 20 años. Lo cierto es que desde esa época y, anteriormente, desde el año 1963; el suelo turístico ha estado claramente definido. Lo sabían tanto los que invirtieron en atención a la explotación turística como aquellos que han ido consolidando su primera o segunda residencia en San Bartolomé de Tirajana de forma legal o "alegal".
Nadie puede negar que nuestra economía está ligada a la actividad turística, a sus infraestructuras de ocio y uso vacacional; que de ella dependemos tanto a nivel de nueva construcción e inversión en la zona como en la renovación de la planta alojativa. Esta es la piedra angular de nuestra "semi-industria" turística. Permita que ponga un ejemplo.
Espacios como polígonos industriales tienen claramente definida su actividad y que se puede hacer en ellos o no. Su uso y su calificación del suelo establece que no son de residencia. Básicamente, por los componentes que tiene dicha actividad de ruidos, residuos, movimiento de vehículos etc, producen en la zona. La lógica dice que no se puede tener una residencia en un polígono industrial. ¿Podríamos comprar una nave industrial para hacer viviendas? ¿Sería algo lógico tener la residencia en ese suelo industrial?
En todo caso, si alguien lo hace, sabe que está incumpliendo claramente la norma. Y por otro lado, entrando en una "alegalidad" sobre el uso del suelo industrial e identificada sobre la edificación realizada.
No me quiero extender más, porque el PGOs de San Bartolomé de Tirajana está a exposición pública para que todas las personas que entienda que deben presentar alegaciones al mismo lo hagan. Este es un derecho que nos asiste.
En todo caso, si alguien lo hace, sabe que está incumpliendo claramente la norma. Y por otro lado, entrando en una "alegalidad" sobre el uso del suelo industrial e identificada sobre la edificación realizada.
No me quiero extender más, porque el PGOs de San Bartolomé de Tirajana está a exposición pública para que todas las personas que entienda que deben presentar alegaciones al mismo lo hagan. Este es un derecho que nos asiste.
Igualmente, pese a los alarmismos de la cuadratura del círculo. La aprobación inicial del nuevo PGOs de San Bartolomé de Tirajana ha sido todo un acierto de cara a resolver primero, el futuro de nuestra "semi-industria" turística y segundo, a consolidar y abordar la solución de las zonas residenciales lastradas por el tiempo y las zonas de medianías que cada vez ven como sus jóvenes se van pues no pueden consolidar sus viviendas por no estar definido el suelo.
Permitan que termine con las siguientes cuestiones: ¿Invertiría usted en las nuevas edificaciones de la zona turística? ¿Con qué finalidad?
Las respuestas a estas preguntan irán en base al tipo de suelo que definitivamente conceda el PGOs de San Bartolomé de Tirajana y apruebe el Gobierno de Canarias. Esta es la garantía de inversión y desarrollo para los próximos años. Además, de la consolidación de los usos mixtos, turísticos o residencial para lo que ya está hecho. En definitiva, establecer el "status quo" como franja límite y avanzar en dirección a un modelo concreto que permita salvaguardar la "semi-industria" turística y extender la zona residencial para los nuevos espacios del municipio.
Las respuestas a estas preguntan irán en base al tipo de suelo que definitivamente conceda el PGOs de San Bartolomé de Tirajana y apruebe el Gobierno de Canarias. Esta es la garantía de inversión y desarrollo para los próximos años. Además, de la consolidación de los usos mixtos, turísticos o residencial para lo que ya está hecho. En definitiva, establecer el "status quo" como franja límite y avanzar en dirección a un modelo concreto que permita salvaguardar la "semi-industria" turística y extender la zona residencial para los nuevos espacios del municipio.