La orquesta del absurdo. Así se presentan las negociaciones para las diversas instituciones donde la necesidad de acuerdos y pactos se hace necesaria para darle sentido a las instituciones democráticas. Miremos las situación de Mogán y, próximamente, veremos los caminos que toma el Cabildo en Gran Canaria. Además, los tripartitos se suman por todo el archipiélago. Incluso, en algunas islas la libertad de acuerdos saltan las líneas previstas. Claro ejemplo encontramos en La Gomera y Tenerife.

En definitiva, la sociedad ha generado los instrumentos institucionales con los que vertebrar la convivencia social. Sin duda, estaremos más o menos cercano a un modelo ideológico u otro. El hecho, es que a la vista de las elecciones la sociedad ha dado mayorías simples, para unos casos, y totales a otros. Sin embargo, no son las líneas rojas ni mucho menos los del color violeta las únicas que cuentan en esta nueva etapa. Ese es el verdadero resultado de estas elecciones de 2015.

Aquí todos estamos atentos al giro que la ciudadanía en su conjunto pide. Por un lado, políticas sociales que suman en favor de una mejor sociedad. Por otro lado, participación y transparencia en la gestión donde las decisiones estén basadas en el interés general y se evite la corrupción como moneda de cambio.
En estos tiempos, la sociedad es cada vez más exigente y, sobre todo, su implicación social estará presente pese a quien pese. Nadie niega la mayor de una mejor sociedad donde todos/as tengamos cabida; donde se respeten los derechos, donde las acciones desde la administración sumen a favor de los equilibrios sociales. Sin bien, esta es labor de las nuevas corporaciones locales. No es menos cierto que, las administraciones insulares y regionales son la piedra angular sobre las que vertebrar los apoyos.
Paralelamente, se observa que, poco a poco, los partidos independientes con identidad propia se vuelven mas necesarios como agentes de la realidad cercana y directa.
