“WHAT’S UP!  ¿Qué…Wasa?
10  de octubre de 2014
Asombrado es el estado en el que nos
encontramos con la nueva situación a las que nos han llevado los últimos días
o, básicamente, este comienzo de mes de octubre. 
Digo asombrados porque, a la vista de las
noticias que, nos inundan diariamente por los medios de comunicación “mass-media”, también asistimos a las
múltiples expresiones de histerismo colectivo contagiado por no sé sabe qué afán
de alertarnos o tenernos informados vs "desinformados". 
Me refiero con esto al constante bombardeo
de  las interminables “cadenas
catastrofistas” del what’s up -como diría el carismático Pepe Monagas “¡wasa..qué!”- facebook, twiter,  tertulias televisivas, radiofónicas., etc. 
En nuestra actual sociedad, denominada del “desarrollo”, asistimos perplejos a un deterioro
vertiginoso de la credibilidad y portavocía de las instituciones públicas. Siendo
éstas, o así debería ser, la garantía de aquella información relevante y de interés
para la seguridad y tranquilidad de la población. Sin embargo, dado los
acontecimientos y, considerablemente, las maneras y las formas en las que se
trasladaN las situaciones de interés general a la población, parece que su credibilidad cae “empicada”.
No niego, que las nuevas tecnologías han
facilitado que estemos informados/as o que sea mucho más fácil hacer llegar
mensajes o comunicados de toda índole. Lo curioso es que siendo esto así,
nuestra instituciones públicas,  y por
consecuencia, sus portavoces no hayan puesto manos a la obra para generar esos comunicados de interés para la
seguridad pública ante el infección de "desinformación" colectiva que circula.
Muy al contrario, sufrimos el castigo del silencio; padecemos el
descrédito institucional de esos espacios de comunicación que deben ser la
garantía de cómo actuar, qué hacer, a dónde dirigirnos, etc.   
Ante esto, lo que se produce son disparates
sobre noticias que vuelen por el “what`s
up” de manera contagiosa. Sin duda, es a ese contagio de histerismo en las
redes sociales al que hay que temer. 
