30 de junio de 2014
“El
verano ya está aquí´” es el inicio de un famoso estribillo de una antigua
canción de verano. La llegada del verano ha venido llena de noticias a nivel de
Estado y a nivel Europeo. Nos han hecho pensar que todo es posible; y es
posible porque hemos asistido a un
cambio de Monarca en España lleno de asombro y algo de incertidumbre;
hemos asistido a la marcha de una vieja
gloria política, el señor Rubalcaba; hemos asistido a una amplia representación
de reivindicaciones republicanas; hemos asistido a la materialización de un movimiento
social en partido político en apenas unos meses y, hemos asistido a la
solicitud de un referéndum por parte de varias comunidades autonómicas por
motivos diferentes… Estos temas, se han
convertido en el anuncio de la llegada del verano.
Se
nos presenta un verano lleno de nuevos cambios aparentes. Los más destacado en
la vida política han sido el gran revulsivo que ha supuesto la llegada al arco
parlamentario europeo de un grupo denominado “Podemos” que dentro de sus líneas
de acción - de momento más publicitario que
de programa- parece ser el gran azote de las fuerzas tradicionales. La llamadas representativas del bipartidismo “PSOE vs PP”. En
estos momento de inicio del calor, donde las temperaturas alumbran un verano
caluroso - posiblemente
en agosto todo se calme políticamente hablando - los partidos políticos
a nivel nacional han empezado a mover fichas y estrategias. Las fichas son los
nuevos cambios de imagen de piezas del puzle o de rostros dentro de la
maquinaria de partido. Una maquinaria que tendrán que reformular sus tesis de
trabajo e identificarse con un electorado que ya tiene superada “La Transición”
como bandera de pecho abierto.
En
el PSOE los resultados en las elecciones
europeas ya iban avanzado un pronóstico claro de cambio de perfiles. A fecha de hoy ya se tienen tres posibles
candidatos a dirigir los nuevos rumbos de un partido que, sin duda, ha perdido
el miedo a sus viejas glorias y ahora se encamina a un “no sé sabe bien”. El PP sigue a lo suyo basándose
en su mayoría absoluta a nivel nacional y, escudándose en el peso mayoritario
en Europa. Todo esto a base de ir negociando con el PSOE europeo les ha permitido, nuevamente, crear su muro protector. Sin duda, el PP sigue inmerso
en sus doctrinas neoliberales y las sigue a
pies juntillas pero eso sí,
pagando las deudas con dinero público,
y privatizando los sectores públicos rentables.
Está
claro que el PP es fiel a sus tesis y eso es incuestionable desde su punto teórico.
La práctica en cambio, nos dice todo lo contrario. Los modelos neoliberales no
han demostrado ser los más eficaces por el hecho de ser privatizados. Pero, su discurso
y su forma de gestión han contagiado a un PSOE que se ha visto en la tesitura
de adaptar sus argumentos a políticas neoliberales pese a que renuncie a ellas ideológicamente. Este
puede ser unos de los motivos- seguramente no el único - por su
castigo electoral y el vuelco de esa masa de votantes indecisos, hacia una
nueva fuerza como es “Podemos”. Igualmente, con el nuevo impulso que ha
recibido “Izquierda Unida”. Ahora son
ellos los que lideran o, mejor, se hacen eco de esa voz popular que pide y
necesita un cambio en las tesis políticas a llevar a cabo en lo nacional y en
lo europeo.
Y después,
tenemos al resto de las fuerzas políticas que siempre y por su naturaleza
constituyente, se han desmarcado del bipartidismo pero siempre han querido ser
pieza bisagra en las negociaciones. Sin duda a ellas, no les quedaba otra
alternativa.Pasado
el verano y los sofocos por estas latitudes veremos cómo se va gestionado las nuevas
estrategias políticas, porque sus piezas ya han empezado a moverse. ¿Habrá cambios de estrategia?